En el agua los efectos de la gimnasia son más intensos debido a la acción de la gravedad.
Los movimientos realizados contra la resistencia del agua exigen un
esfuerzo extra. Una de sus ventajas es que si dispones de poco tiempo
para mantenerte en forma, con menos tiempo de ejercicios en el agua
consigues los efectos de un entrenamiento más intenso haciendo fitness.
La mejor forma de empezar es andando y corriendo con el agua hasta los
hombros. Primero lentamente, para luego ir aumentando la velocidad hasta
donde te sea posible. Cuanto más trabajo te cueste, más eficaz
resultará el ejercicio, sobre todo para el abdomen, los glúteos y las
piernas.
Algunos de los ejercios que se pueden realizar:

1. Calentamiento.
Antes de empezar calienta haciendo un par de largos suaves en el estilo
que quieras. También puedes hacer rotaciones de hombros y algunos
estiramientos.
2. Rodillas al pecho.
En el sitio y con las manos en la cintura, haz elevaciones alternas de
rodillas al pecho. Este ejercicio te servirá para endurecer las piernas y
el trasero a la vez que los masajeas de manera uniforme gracias a la
presión del agua en todas direcciones. Cuántas veces. Empieza con 30 repeticiones y ve aumentando el número cada día.
3. Marcha o carrera.
Se trata de caminar como si lo hicieras en la superficie, moviendo a la
vez los brazos. Hazlo con zancadas largas e intentando pisar bien el
suelo. Con este ejercicio quemarás calorías y tonificarás tanto el tren
inferior como el superior al avanzar contra la resistencia del agua. Cuántas veces. Un par de anchos o un largo si haces pie en toda la piscina.
4. Saltos.
Los saltos son ideales para potenciar el gasto calórico, trabajar la
fuerza de las piernas y mejorar su tono, ya que deberás flexionarlas y
tomar impulso contra el suelo. Al saltar utilizarás todos los grupos
musculares, lo que te hará reducir más fácilmente la grasa localizada.
Puedes saltar sin meter la cabeza o sumergiéndote entera, lo que
multiplicará el esfuerzo en las zonas donde no hagas pie. Estirar al
salir a la superficie multiplicará el trabajo. Cuántas veces. Haz
un ancho o un largo dependiendo de las dimensiones de la piscina.
Empieza con saltos suaves en las primeras series y termina con saltos en
los que metas la cabeza y estires los brazos al salir.
5. Patadas laterales.
Apoyada en el borde de la piscina, haz aperturas laterales con la
pierna estirada y el pie doblado. Mantén en todo momento la espalda
recta y la tripa apretada. Con este ejercicio trabajarás de forma
específica la zona de las pistoleras a la vez que la masajeas con el
agua. Cuántas veces. Haz entre 20 y 30 repeticiones con cada pierna.
1. Calentamiento.
Antes de empezar calienta haciendo un par de largos suaves en el estilo
que quieras. También puedes hacer rotaciones de hombros y algunos
estiramientos.
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